miércoles, 11 de abril de 2012

Metamorfosis

Me siento perdida, me siento vacía, me siento rebelde, me siento sola, me siento contradictoria, me siento hambrienta por un cambio que no llega. Pintaré con sangre mi cabellera, beberé, aunque nunca me haya gustado, para olvidar la pena. Dejaré a mi pereza mandar. Escucharé melancólicas melodías, miraré viejas fotos, leeré sinceros poemas; haré cualquier cosa menos la que tengo que hacer. Me siento como Gregor Samsa, que un día amaneció monstruosa incomprensión, pero mis palabras pierden credibilidad ante los demás por mi edad, pero ¿por que? Para mi son reales, para mi son mi presente, mi tormento. Desde la ventana con un insecto sacrificado que me recuerda cuan efímera es la vida veo gente pasar, imagino sus vidas y mientras se escapa la mía empujada por las agujas de un reloj que no para. Todo parece vacío. Todo. Solamente veo mi tinte nuevo y pienso que quizá sea ese el cambio que necesito, como si un nuevo color de pelo fuera la respuesta ante la incertidumbre de cómo va a continuar mi vida.

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