La
brisa se dibuja en el aire, ocre
contra un fondo azul. Las
hojas bailan al son de
una vieja canción blanca. Los
pájaros, recién llegados, acompañan
la melodía sin paz. Tengo
ganas de volar pero, triste
humana sin alas, la
imaginación me elevará. Cierro
los ojos, tan pesados, y
me lanzo a la aventura.
Soy
otra persona, pero yo misma. La
vida se inclina ante mi voluntad, soy
ama y señora del tiempo, y
el espacio cambia a mi parecer. Si
acaba mal, lo repito otra vez, una
mala mirada, fulminado quedas. Soy
la diosa de este mundo, temida
y adorada, poderosa.
Me
mezo a mi propio son, no
sigo la voz de nadie, tengo
la última palabra. ¿El
destino? Pamplinas. ¿La
razón? Pura invención. ¿La
física? Cuentos para no dormir. Y
así, subo, subo hasta el cielo. No
toco el suelo, soy aire. Me
llaman. Hola realidad, ¿sigues igual? Nada cambió.
Joaquin Sabina - La del pirata cojo
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