martes, 6 de noviembre de 2012

Sweet dreams

Solo yo, solo para siempre. La duda no me invade, es más bien la locura. Nunca fue lo mismo, nunca el mismo sentimiento. La luz se ha apagado otra vez, ahora pretenderé estar durmiendo mientras sueño despierta que enciendes de nuevo esa triste y añeja bombilla que parpadea insegura creando monstruosas sombras que atemorizan y amorizan mi más sentido pésame. Me enveneno el alma con melancólicas nanas, los brazos de Morfeo no me abrazan, las lunas ya no son ni tan bellas ni tan llenas. La mañana ha llegado, y con su auriga de fuego ha quemado mis dulces sueños. Ángeles de negras alas guardan mi letargo. 

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