Crecer...

El tiempo pasa, deja atrás todos aquellos momentos... los malos, y los buenos.

El cuerpo cambia con nuestras preferencias. Cambiamos de gustos, de amistades. La música que nos gustaba, ahora no la podemos soportar. Repasas el armario, y te horrorizas de aquel jersei que nunca te quitabas. Repasas las fotos escolares, y ya ni te acuerdas de quién es esa niña que está a tu lado, y eso que por vuestras manos cogidos, hubieras jurado que era tu mejor amiga... Miras a tu primer amor, y sonríes incrédula de que ese pequeño niño te hiciese hacer tantas tonterías... Toda esa gente con la que has compartido los mejores años de tu vida se quedan atrás. Y descubres que muchos de los que considerabas amigos, no lo eran...

Crecer requiere cambios, cambios que por lo que a mi respecta, me cuestan encajar... Pero nadie dijo que hacerse mayor fuese fácil; y la vida tampoco lo es... Pero si hay tanta gente en el mundo, imposible no es. Todos tenemos que crecer, queramos o no...

Vuelves a mirar esas viejas fotos, y en esa niña de la punta ves a la amiga que enjuga tus lágrimas, al otro lado, ese niño, es el amigo con el que compartes tus risas. Y así, repasando la foto ves que has perdido a gente, a la que realmente, no le importabas... Pero también te das cuenta que has ganado a personas maravillosas que estarán ahí, y te acompañarán mientras creces y afrontas tu vida.

Recomiendo Katy Perry, pero en especial, para esta entrada, The One that Got Away.